04 Nov ¿Están los usuarios cansados de los anuncios de Instagram?
Instagram, desde que fue adquirida en 2012 por una cifra millonaria por Facebook, se ha convertido en la «niña bonita» de las redes sociales.
Todo el mundo alaba las bondades de Instagram y analiza si la red social de fotografía va a ser el próximo «filón de oro» en el mundo de lo social y, por tanto, la heredera natural de las grandes redes sociales.
Todos los estudios parecían dar la razón a todos los que apostaban por Instagram. Un estudio señalaba, de hecho, que Instagram había adelantado ya en engagement a Facebook, consiguiendo una mejor respuesta en sus contenidos que la que Facebook lograba con los suyos. La clave de esta situación estaba en el hecho de que los contenidos que se suben a Instagram solo pueden ser fotografías y videos (en general suelen ser fotos), que son el tipo de contenido ante el que los consumidores responden de forma más positiva. Estos contenidos logran rápidamente que los consumidores interactúen con ellos y que respondan por tanto a los mismos.
Cuando un producto empieza a funcionar y los consumidores están «enganchados» a él entonces aparecen las intenciones directas de hacerlo rentable por parte de sus responsables.
En lo que respecta al primer punto, las marcas no paran de abrirse perfiles y de intentar comprender qué es lo que tienen que hacer para posicionarse en la red de fotos. Las previsiones son que durante el próximo año el número de marcas presentes en Instagram doble su número. En lo referido al segundo punto, Instagram no ha parado de hacer movimientos en el mercado publicitario. Así Instagram abrió primero su red a los anuncios en video de forma limitada y ahora acaba de abrir su plataforma de forma global a todos y a cualquier tipo de anunciante para que empleen la misma para llegar a sus consumidores.
Las marcas, por ahora, están contentas con los resultados.
¿Qué sucede entonces? Con este creciente interés las marcas están obsesionándose con Instagram, lo cual indica que se están centrando de manera excesiva en esta red social, lo que puede hacer que se acabe la gallina de los huevos de oro antes de lo previsto. O, en otras palabras, que las marcas se vuelvan locas de interés por Instagram, estén demasiado presentes y espanten así a los consumidores.
La propia industria compara la situación con la fiebre del oro y también con los primeros días de la publicidad en Facebook.
¿Y los consumidores, estamos ya cansados de los anuncios de Instagram?
Las marcas, en esta avalancha por posicionarse en Instagram, podrían estar agotando a la masa de usuarios. Los datos ya dan muestras de que las marcas no están consiguiendo los mismos resultados que en el pasado y que el interés desmedido por la plataforma ha acabado perjudicando a las posiciones de las compañías y de sus productos. Los primeros anuncios que se incluyeron en la plataforma lograron elevadas tasas de recuerdo y los consumidores no solo veían el mensaje publicitario sino que además lo procesaban, le prestaban atención. Los expertos temen que, ahora que Instagram está abierto a toda cuanta marca quiera entrar en la carrera publicitaria, la relación entre marcas y consumidores sea mucho menos buena. Los consumidores siguen siendo los mismos, los anuncios son cada vez más y han perdido su atractivo.
Según un estudio de Locovise, las marcas han perdido engagement orgánico con lo que no les va a quedar de otra que pagar para lograr recuperar el espacio perdido. Las compañías llevan ya seis meses viendo como el engagement no para de caer.
¿Se ha reventado entonces la burbuja de Instagram? ¿Pensaban las empresas que Instagram era una red social que hacía milagros? Probablemente, ya saben la respuesta.
Fuente: Puro Marketing
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